SOBRE BLOGGING CORPORATIVO

El ansia por vender lleva a no vender. Esa es una de las primeras conclusiones que saque de mis años como comercial pateándome el comercio minorista. Vender suele ser, por lo general una carrera de fondo, en la que las prisas y la improvisación no suelen dar buen resultado.

En este sentido las relaciones públicas han sido y son una herramienta fundamental en la construcción de posicionamientos férreos. Las relaciones públicas se alejan del cortoplacismo y las urgencias, generan relación y no rechazo. No son venta, sino relación (que genera venta en el largo plazo).

El capitalismo ha generado en todos nosotros un pequeño devorador de billetes y resultados económicos que hace que las presas que pastan en los campos desconfíen de nosotros cuando nos ven aparecer en el horizonte (¿vendrá a comerme ese animal?), y por el contrario, no lo hagan cuando al que ven aparecer es a un rostro conocido. Mis amigos, por lo general, son los que más se fían de mí, creen en los que les digo y aconsejo, les aporto valor más allá del producto/servicio, y es por eso que me compran a mí (o a tí).

Digo esto al hilo de uno de los debates del momento: “los blogs corporativos no funcionan”. ¡Pues claro que no funcionan!. Y es francamente complicado que lo hagan. Lamentablemente el lenguaje corporativo ha ido perdiendo con el paso de los años la poca credibilidad que le quedaba. Un blog corporativo es imparcial. No es una referencia válida para nadie.

El blog corporativo es el devorador que sabes que tarde o temprano tratará de cazarte. Sus contenidos son sesgados, o al menos es lo que cree tu cerebro capitalista/consumista. “No me fío, me lo dice para venderme algo”. Y a las redes sociales o cualquier extremidad del 2.0 les pasa tres cuartos de lo mismo…

¿Qué nos queda? ¿No había que estar presente en el 2.0? Hay que estar presente con la credibilidad intacta, hay que generar contenidos que aporten valor a tus clientes potenciales pero que, ante todo, tengan credibilidad. ¿Cómo hacerlo? Contenidos paralelos. En el caso que nos ocupa crear un blog que desde el minuto uno no lleve a la conclusión de ser de una marca. Un blog paralelo parte con su credibilidad intacta, al 100%. A partir de ahí, genero los contenidos que a mi marca le interese generar (y esto que digo es aplicable al generar contenido en cualquier medio: web, tv, radio, directo, etc). Por ejemplo, si soy un Hotel de 4 estrellas del centro de Murcia, mi blog hablará de los encantos del centro de la ciudad, de las cosas que puedo hacer pateando sus calles, de sus restaurantes o sus lugares de entretenimiento. Esos contenidos son relevantes para la gente  y son adecuados a mi producto (busco gente que quiera ir al centro de Murcia). Nuestro Hotel, en este caso, entrará en el contenido de rondón, para menoscabar la credibilidad del mismo lo menos posible: una colaboración original, una oferta para el blog, enlaces a la web, etc… y Mi website corporativo debe hacer el resto (esto lo dejo para otro artículo).

El otro aspecto clave es la generación de valor en el contenido. Para generar valor es imprescindible conocer bien a tu target, tenerlo identificado, saber cómo es y cuáles son sus necesidades e intereses. Cuanto más lo conozcamos, más fácil y con menos margen de error le podremos proporcionar contenidos que le sean relevantes.

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